Los socialistas salmantinos y la expropiación de las tierras contra el hambre en 1918

Historia

Los socialistas desplegaron siempre una intensa actividad en los momentos de aumento de la carestía de la vida en la historia contemporánea española. En tiempos de la Gran Guerra y la inmediata posguerra hubo que multiplicar los esfuerzos, con protestas, huelgas, mítines, denuncias en la prensa y peticiones ante las autoridades, porque la situación llegó a ser angustiante en toda España.

 

En este artículo analizamos la iniciativa de la Agrupación Socialista de Salamanca ante el hambre de los campesinos, que consistió en el envío de una exposición al comisario de abastecimientos, y donde se defendía una verdadera expropiación de las tierras de cultivo.

Los socialistas salmantinos consideraban que todos los obreros españoles sufrían hambre, pero había diferencias porque algunos por su mejor organización u otras circunstancias habían conseguido mejoras. Pero había otros, como los agricultores de Salamanca, que faltos de todo, no tenían ni portavoces para hacerse oír, porque no se podían considerar como tales sus representantes políticos, es decir, los diputados, porque eran, como no podía ser de otra manera, dado el poder caciquil rural en la España de la Restauración, terratenientes o sus representantes. Además, no había una clara prensa local reivindicativa, y consideraban que el sindicalismo católico solamente se preocupaba de los propietarios. Por fin, los maestros y, sobre todo, los curas párrocos, no hacían más que propaganda a favor de los amos.

Otro problema era que los campos salmantinos no producían lo que debían porque los dueños no se preocupaban de ellos de forma debida, además de que los campesinos no disponían de medios adecuados para la explotación.

Por todo, ello, la Agrupación Socialista solicitaba a la autoridad de abastecimientos que solicitase al Gobierno la incautación por parte del Estado de las tierras que no fueran explotadas por sus propietarios. Podía parecer una medida radical, pero a juicio de estos socialistas, no había otra aplicable dada la gravedad de la situación. Si se hablaba de incautaciones de ferrocarriles y minas había más motivo para practicarlas las tierras, aunque solamente fuera para mejorarlas.

Como principal fuente hemos empleado el número 3328 de El Socialista, del 7 de septiembre de 1918.

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