Las cooperativas y las huelgas en los años veinte

Historia

Un asunto que, creemos interesante, en la historia del cooperativismo tiene que ver con la conexión de las cooperativas con el movimiento obrero, especialmente el socialista. Es evidente que el sindicalismo de signo socialista creó distintas cooperativas en Europa. En el caso español conocemos claramente las cooperativas y la mutualidad obrera que se formaron a través de la Casa del Pueblo de Madrid, como ejemplos muy notorios, pero también sabemos del caso belga, por poner otro caso muy destacado. Pero el cooperativismo no se agotó en el movimiento obrero porque hubo cooperativas no vinculadas especialmente con el mismo.

 

En este artículo nos interesamos en el caso de las colaboraciones, entre las cooperativas y los trabajadores en huelga. Hemos visto algunos casos de esta colaboración, en nuestros estudios, con el fin de sostener a trabajadores en huelga. En este sentido, recordamos lo que relatábamos en un reciente artículo de Wenceslao Carrillo sobre economatos y cooperativas obreras.

Al respecto, nos parece muy significativo que El Socialista incluyera en sus páginas de un número de primeros de septiembre de 1926 el artículo que había publicado The Cooperative League sobre la colaboración de las cooperativas en las huelgas en el ámbito anglosajón.

El artículo refería casos importantes de cooperativas en relación con su apoyo económico a obreros en huelga.

Así, sabemos que la Cooperativa del Arsenal Real británico había donado 10.00 libras a los mineros que estaban padeciendo un lock-out. El periódico aludía a la evidente conexión entre los movimientos obrero y cooperativo ingleses. Los mineros habían recibido, además, distintas cantidades de otras cooperativas del Reino Unido, y la Cooperativa Central estaba efectuando una colecta entre cooperativas por todo el país.

En el este de los Estados Unidos, las cooperativas existentes estaban ayudando a la resistencia de los obreros textiles de Passaic, en New Jersey, un conflicto que se alargó considerablemente en el tiempo. La Cooperativa Finlandesa de Brooklyn habría enviado 800 dólares en dinero y pan, y la Cooperativa Panificadora de Paterson mandaba regularidad panes por valor de 50 dólares desde que había estallado el conflicto, hacía ya más de medio año.

La Cooperativa Panificadora de Bronswille, en unión de la Sección local de panaderos, había contribuido con 7.500 hogazas de pan de dos libras durante todo el período. Se daba la circunstancia de que la neoyorkina Cooperativa de Utica enviaba semanalmente a la Cooperativa Panificadora de Brooklyn una donación en metálico para hacer pan, que se enviaba a las cocinas y almacenes comunales de Passaic.

Pero había más. La Cooperativa de carne de Paterson suministró al área de la huelga 150 libras de carne dos veces a la semana durante las veintiséis que estaba durando el conflicto. En esa misma localidad estaba la Cooperativa Unión, que habría remitido sesenta y dos cajas de macarrones, veinticinco de cacao, veinticinco de café y otras mercancías.

Por su parte, de Union City, dos pequeñas y activas asociaciones habían cooperado con especies y dinero al fondo de la huelga. La Liga Panificadora de Newark había ayudado con 200 dólares, y la Asociación Americana-Italiana de Clipton colaboraba regularmente con los huelguistas que vivían en su territorio. Por fin, individuos aislados de todas estas Sociedades y miembros y empleados de la Liga Cooperativa de Norteamérica contribuían, cada uno según su capacidad, con dinero y con su actividad a la resistencia obrera, habiéndose puesto en marcha también comités de socorros.

Hemos consultado el número 5485 de El Socialista de 2 de septiembre de 1926.

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