El problema del cumplimiento de la jornada de ocho horas en Ávila en los años veinte
En varias ocasiones nos hemos hecho eco de las dificultades para que se cumpliera la reforma sobre el establecimiento de la jornada laboral de las ocho horas, así como de la necesidad de emprender un estudio monográfico al respecto. Hubo determinados sectores, como los del ámbito comercial, donde hubo muchos problemas, pero también en el mundo rural. En esta nueva ocasión nos acercamos al caso de la provincia de Ávila en el otoño de 1922.
Efectivamente, los socialistas, conscientes de los abusos que se cometían en la provincia, y concretamente en la localidad de las Navas del Marqués, donde se planteó una huelga con el fin de que se respetase la jornada de las ocho horas, organizaron allí un mitin para explicar la cuestión. La organización concreta corrió a cargo de la Agrupación Socialista de Ávila capital.
Pero los socialistas constataron que era muy complicada la movilización. Al mitin solamente acudieron los miembros de la Sociedad de Oficios Varios y algún que otro simpatizante. Este hecho se interpretó en el sentido de que entre los trabajadores de la localidad cundía un espíritu donde imperaba la “sumisión por norma y el servilismo y la cobardía cívica”. En el mitin se explicó lo que significaba la lucha de clases, lo que representaba el socialismo, y la necesidad de crear grandes organizaciones obreras, con el fin de que desapareciera de los pueblos, como el de las Navas y otros parecidos, el espíritu que el periódico obrero El Socialista calificaba de medieval.
En el acto intervino el secretario de la Agrupación, Julio Escobar, que insistió en la necesidad de que los trabajadores, en el día semanal de descanso, se dedicaran a la labor propagandística, es decir, a “sembrar la semilla de las reivindicaciones obreras”, aunque fuera un trabajo duro porque era consciente de que el “terreno” sobre el que se trabajaba no se encontraba para ello, precisamente, “abonado”. Por fin, habló también Manuel López, a la sazón presidente de la Agrupación, resaltando la cuestión de la unión de todos los trabajadores para luchar por la causa obrera.
Hemos consultado el número 4297 de El Socialista, del día 18 de noviembre de 1922. En la hemeroteca de El Obrero el lector interesado podrá encontrar algunos acercamientos al problema del cumplimiento de la reforma legal de las ocho horas, así como un trabajo de este mismo autor sobre el primero de mayo en Ávila en 1910.
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