El socialismo madrileño según Jean Longuet (1930)
Jean Longuet (1876-1938) fue un político y periodista socialista francés, nieto de Karl Marx. En la primavera de 1930 publicó en Le Populaire de París un artículo, elogiando la capitalidad de Madrid, y para mostrar al público francés la labor del socialismo madrileño. Dicho periódico francés era socialista y Longuet fue su primer director. Cuando L’Humanité se hizo comunista, Le Populaire pasó a ser el órgano de prensa de la SFIO.
Pues bien, Longuet quería enseñar que el viajero al llegar a Madrid se sorprendería porque, aunque España era un país de desarrollo económico-social lento, la ciudad se había convertido en una capital “ultramoderna” con calles magníficas, entre edificios imponentes, y con una intensidad de “circulación y de vida” que le recordaría la de las mayores capitales europeas, incluida París.
Pues bien, Longuet explicaba que en esa capital se había desarrollado un movimiento obrero y socialista importante, con una “hermosa Casa del Pueblo”, y que había sido un palacio de un grande de España, pero que antes de la Gran Guerra había sido adquirida por las organizaciones obreras, destacando que el mayor esfuerzo lo había realizado la Sociedad de Albañiles, y que luego había sido reformada y agrandada para la organización económica y política del proletariado madrileño, es decir, para la UGT y el PSOE. Longuet conocía la Casa del Pueblo y sus distintas dependencias, comprobando la intensa actividad que allí se realizaba, y todo presidido por los numerosos retratos de Pablo Iglesias.
Pero las instituciones socialistas y obreras no se limitaban a la Casa del Pueblo. También estaba la imprenta donde se hacía el diario del Partido, es decir, El Socialista. La redacción del periódico estaba en un edificio de seis pisos, parte del legado que había dejado el empresario Cesáreo del Cerro, que también sirvió para crear una escuela infantil mixta, inspirada en los principios pedagógicos socialistas. Estaba hablando de la Fundación Cesáreo del Cerro, que le enseñó Saborit. La Fundación se encontraba en las afueras, en lo que hoy es la calle Orense, como sabemos. El socialista francés destacó que estaba en un parque lleno de flores y árboles, así como el trabajo de los maestros y maestras enseñando a una veintena de alumnos, hijos de los asociados de las organizaciones obreras.
Saborit también enseñó a nuestro periodista la Clínica de la Mutualidad Obrera, y la Escuela de Aprendices Tipógrafos. Longuet elogió toda esta labor porque le parecía estar en Bruselas, en Charleroi o en Lieja, comprendiendo que al visitar el belga Louis de Brouckere recientemente estas instituciones socialistas y obreras madrileñas se creyera en su país, como Besteiro lo había recordado en las páginas de El Socialista sobre que “en este suelo de España, en tantos aspectos desfavorable para el crecimiento de la planta socialista, “ésta haya podido arraigar vigorosa y sana”.
Podemos consultar el número 6613 de El Socialista, de 19 de abril de 1930, que publicó el artículo en castellano de Longuet.