Odón de Buen y la enseñanza de las Ciencias Naturales (1915)
Odón de Buen (1863-1945) tiene un lugar de honor en la historia de la ciencia española, como naturalista, y por su labor en favor de la oceanografía. En este apunte rescatamos una conferencia suya, pronunciada a finales de febrero de 1915, dentro de un ciclo sobre los problemas de la España actual, que organizó la Escuela Nueva. Su opinión nos ofrece pistas sobre los problemas de la Ciencia en la escuela española en las primeras décadas del siglo XX.
El catedrático consideraba que el estudio de la Naturaleza encontraba grandes obstáculos según sus planteamientos al considerar que dicha Naturaleza era esencialmente social. Las Ciencias Naturales habrían sido condenadas por la Iglesia, la Geología estaba alejada de los centros de enseñanza, no se creía que había que estudiar la Tierra en la que se vivía. Si había lugares en España donde los alumnos conseguían aprender Ciencias Naturales era por iniciativa y “honradez científica” de algunos profesores, no porque estuviera en el programa. Con la Geografía ocurría lo mismo, porque Geografía no era una lista de topónimos y ciudades. En España estaba prohibida la lectura de El hombre y la tierra de Reclus, una obra que consideraba fundamental porque se comprendía “esta teoría que es nuestra vivienda”. Sin Geografía era imposible, además, que hubiera Sociología.
Tampoco se enseñaba Biología. Odón de Buen daba una interpretación a esta falta de enseñanza, y que tenía que ver con el interés de que en España no se supiera lo que era vivir porque cuando la gente supiera lo era vivir y se decidiese por hacerlo habrían terminado algunas imposiciones.
El estudio de las Ciencias Naturales era imprescindible, en su opinión, para la Economía. Los progresos se debían a la Ciencia, así se avanzaba y desaparecía la “fe en la tradición y la superstición”.
En España se había falseado la Historia, como lo demostraría que cuando se hablaba de hechos tradicionalmente aceptados se decían disparates enormes, poniendo el ejemplo de cómo se aludía al apóstol Santiago como ayuda en la Reconquista. Pero, además, explicó que en el siglo XIX se explicaba una Cosmogonía que suponía la tierra plana.
Las Ciencias Naturales debían ser una gran prioridad en la escuela desde el mismo principio, debía ser la base de los conocimientos del niño hasta que se especializase en la Segunda Enseñanza. El aprendizaje de las Ciencias se conformaba como un factor clave, en su opinión, para cambiar la manera de llevar el mundo y hasta la organización de la sociedad. Odón de Buen creía en que la Ciencia podía contribuir a hacer un mundo mejor. Aunque no parece que se aludiera en la conferencia no podemos olvidar que se impartió ya comenzada la Gran Guerra, un momento clave en el debate sobre la relación entre la Ciencia y el progreso humano.
Hemos empleado como fuente el número 2107 de El Socialista, de 1 de marzo de 1915.
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