Los socialistas españoles contra Mónaco y el juego en 1886

Historia

El socialismo español durante gran parte de su historia fue contrario al juego por ser un instrumento inmoral de la burguesía al convertirse en destino de la riqueza generada por la clase trabajadora.

 

En la primavera de 1886 el periódico El Socialista, recién aparecido en la calle, arremetió contra Mónaco y contra el juego.

La cuestión partía de que los obreros del mundo, que trabajaban sin cesar y que comían lo estrictamente indispensable para restaurar su fuerza, tenían el derecho de preguntarse donde se invertía el fruto de su trabajo. Pues bien, “en el juego y en el libertinaje”.

La nota se refería a Mónaco, la ciudad de “juegos y de placeres”, donde los “gandules” de Europa y América acudían a derrochar las riquezas generadas por los trabajadores.

Se decía que su prosperidad aumentaba en proporción de la miseria obrera”. Y se ofrecían datos para probar dicha afirmación.

Si en 1864 el número de viajeros a Mónaco había ascendido a cuatro mil, en 1885, año de miseria para los trabajadores, la cifra había subido a cuatrocientos mil. Por su parte, las rentas del príncipe de Mónaco habían ascendido a treinta y dos millones de francos en el segundo semestre de 1885, y se habían duplicado los dividendos de los accionistas de la casa de juego de Mónaco entre 1884 y 1885. En los meses de enero y febrero de 1886, mientras las condiciones de los trabajadores de Londres o París, así como en otros lugares, había sido muy difícil los “gandules del capitalismo” habían gastado en Mónaco más de veinte millones. Recordemos que, efectivamente, los primeros meses de 1886 fueron muy difíciles y con un impresionante aumento de la conflictividad social, como se vio en Francia, Bélgica y Londres.

Como podemos comprobar, la nota periodística intentaba establecer la relación entre las dificultades de los obreros y el juego practicado por los capitalistas.

Por nuestra parte, recordemos que fue el príncipe Carlos III el que creó el Casino en Mónaco, aprovechando que el juego era ilegal en muchos países europeos. Con ello consiguió un aumento enorme de la riqueza del Principado. En 1863 otorgó el privilegio de explotación del juego, los hoteles y el teatro a François Blanc, que fundó la Sociedad de Baños de Mar del Círculo de Extranjeros, aportando dividendos a la corte del Principado. Carlos III hizo otras reformas, como la creación de una Oficina de Correos para editar sellos, además de abolir impuestos lo que permitió el primer boom inmobiliario del Principado.

Hemos trabajado con el número 9 de El Socialista, en mayo de 1886.

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