Recordando el XXIX aniversario de La Vanguardia argentina cien años después

Historia

La Vanguardia fue el diario que pusieron en marcha en 1894 los socialistas argentinos, saliendo el primer número el día 7 de abril de ese año, es decir, hace 129 años cuando publicamos este trabajo en abril de 2029. Queremos hacer un ejercicio histórico para recordar como el periódico argentino celebró su aniversario ahora hace cien años, en abril de 1923.

 

En el aniversario de ese año los redactores del periódico no podían dejar de elogiar el esfuerzo pionero de un “grupo de hombres de buena voluntad”, pero carentes de recursos. Pero, además, hubo que luchar contra un medio hostil porque en aquella época, a fines del siglo XIX, hablar de socialismo en Argentina no era tarea fácil.

Esta cuestión del medio hostil se refería a una época o ambiente calificado de “rutinario y bárbaro”, viciado por prácticas violentas y corruptas de las distintas “facciones criollas”, que planteaban grandes intereses económicos, pero bajo el fomento de la indiferencia política. Por eso, interpretamos que la salida de un periódico contrario a este estado de cosas generaba problemas evidentes, y uno de ellos no sólo tenía que ver con el poder, sino con la constatación de que era complicado llegar a las masas, y más con escasos medios.

La prensa argentina hizo el vacío a La Vanguardia, como se confesaba en el artículo del aniversario de 1923. Era el arma que se empleaba para que no llegase el mensaje socialista a la población. En todo caso, esa primera etapa fue seguida por otra más dura, la de las persecuciones cuando se constató que el proyecto empezaba a calar entre la clase trabajadora. Otro medio para atacar al periódico fue el de las calumnias, la difamación y fomentar la ceremonia de la confusión. Pero los redactores del diario consideraban que todo había sido en vano. Estas apreciaciones de los socialistas argentinos no eran muy distintas de las que hemos estudiado para el caso de los españoles con relación a su periódico, El Socialista.

El secreto para sobrevivir y comenzar a calar en la opinión pública habría sido que el periódico optó por ser más que un órgano informativo, pero tampoco había querido convertirse en un diario más del panorama de las publicaciones argentinas. Los redactores de La Vanguardia querían dejar claro que el periódico pretendía ser distinto, que no estaba sujeto a los vaivenes políticos, autoproclamándose como un medio que había contribuido a sanear el ambiente político, combatiendo errores y prejuicios, pero sin traicionar nunca a la clase trabajadora. Nos parece evidente que La Vanguardia realizó un gran esfuerzo por la defensa de las ideas socialistas en Argentina, pero superó, a nuestro entender, el corsé que podría haber supuesto ser nada más que el órgano del Partido, abriéndose a todo tipo de noticias, priorizando las argentinas, pero sin olvidar, ni mucho menos, las del ámbito internacional, además de las culturales y deportivas. En este sentido, si comparamos el periódico socialista argentino con el español, aquel terminó teniendo una mayor dimensión periodística que este, aunque el español hiciera un gran esfuerzo en esa misma dirección en los años veinte y treinta.

La celebración del 29 aniversario terminaba augurando que se seguirían venciendo los obstáculos, recordando los versos de Dante:

“Sta come torre fermo, Che non crolla giammai la cima, Per soffiar di venti”

Hemos empleado el número digitalizado de La Vanguardia, del sábado siete de abril de 1923, digitalizado por el CEHTI, Centro de Estudios Históricos y de los Trabajadores y las Izquierdas. Hoy los interesados e interesadas pueden seguir leyendo La Vanguardia en el ámbito digital.

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