Hace unos días el veterano socialista y ugetista Manuel de la Rocha Rubí explicaba en El Diario.es sus cincuenta años de militancia política y social, ofreciéndonos de nuevo su intenso compromiso en el ámbito socialista. Lo que más nos interesó, aunque no nos llamó la atención, conociendo a Manolo, fue su afirmación final cuando expresaba que en distintas ocasiones cuando las posiciones que había defendido o compartido en el Partido Socialista eran derrotadas le habían planteado que por qué no dejaba el PSOE y se incorporaba a otra formación política, como habrían hecho otros compañeros. Pero él contestaba que siempre había tenido claro su sitio, porque se sentía partícipe de una tradición de “larga traza”, la socialista, que era plural y que se canalizaba desde hace 143 años, a pesar de los errores y desacuerdos con el Partido. Y nosotros añadiríamos a esta afirmación, que ha mantenido su fidelidad defendiendo siempre sus posiciones con elegancia y combatiendo las posturas cainitas o descalificatorias en los debates internos del socialismo español, algunos de gran envergadura, como el que llevó a la creación de Izquierda Socialista.