Sin lugar a dudas, la Primera República propuso un proyecto alternativo para España en lo organizativo, como puso de manifiesto el Proyecto constitucional de 1873, pero también en la legislación aprobada en las Cortes y en los proyectos y proposiciones que no llegaron a ser aprobados, y que es una cuestión menos conocida. En este trabajo no queremos abordar el más conocido modelo organizativo, sino otros aspectos mucho menos conocidos, pero que también suponían cambios, aunque por distintos factores, y el temporal es el principal, no se pudieron consolidar.