El PSOE y la UGT se entrevistaron en enero de 1923 con el presidente del Consejo de Ministros, García Prieto, para conseguir una amnistía para los delitos políticos y sociales, pero también para manifestarle los temores que embargaban al proletariado internacional por la conducta del Gobierno francés de ocupar militarmente territorios de Alemania con el pretexto de que no cumplía sus obligaciones del pago de reparaciones de guerra, es decir, estaríamos hablando de la ocupación del Ruhr. Para los socialistas españoles Francia, firmante fundamental del Tratado de Versalles, no debía olvidar los preceptos consignados en el Convenio de la Sociedad de Naciones. Por eso, se pedía a García Prieto que España en la reunión de la misma del día 26 de enero de ese mismo año plantease o apoyase la propuesta de que la Sociedad fuera el organismo internacional que resolviese el conflicto. Además, se informó al presidente del Gobierno de la carta que ambas organizaciones dirigían al presidente del Gobierno de la República francés, Raymond Poincaré que, como sabemos, fue el principal artífice de la ocupación.