Veguers
En este artículo estudiamos un cargo fundamental en la organización territorial catalana desde la Edad Media hasta las reformas administrativas de Felipe V. Estamos hablando del veguer, término cuyo origen estaría en el vicarius latino.
La unidad básica de la organización territorial de Cataluña hasta el siglo XVIII fue la veguería. Al frente se situaba el veguer, un funcionario real con competencias de gobierno, judiciales y militares. Algunos comparan al veguer catalán con el corregidor castellano.
Su origen es antiguo, en la administración condal. Para controlar el territorio los condes necesitaban delegados. Entre los siglos XII y XIII aparece ya claramente configurado, y vinculado al rey de la Corona de Aragón, que los nombra y cesa. El veguer hace cumplir los mandatos del monarca, además de mantener la paz pública en su veguería. Fueron adquiriendo competencias judiciales y hasta intervinieron en esta materia en los dominios señoriales, dentro del intento de la Corona de potenciar siempre su función judicial frente a la de los señores.
El veguer contaba para poder cumplir la amplitud de sus tareas con una especie de curia u oficina compuesta por un asesor, generalmente un letrado para las cuestiones judiciales, un escribano y los oficiales de justicia necesarios y que variaron en su número. Aquellas veguerías que era más grandes o complejas de gobernar se creó la figura del subveguer, que actuaba sobre una parte de la veguería, siempre subordinado al veguer. La duración del cargo de veguer era de dos años.
El origen social de los veguers debe encontrarse en la pequeña nobleza de caballeros y ciudadanos honrados, y hubo algunos que pertenecieron a la burguesía mercantil y universitaria.
Las veguerías y los veguers fueron abolidos por Felipe V en el proceso de centralización y uniformidad legal y administrativa que supuso el Decreto de Nueva Planta que se aplicó a Cataluña, como a los distintos reinos de la Corona de Aragón. Se suprimieron las veguerías por los corregimientos.