Entendemos por sindicalismo de base múltiple aquel que además de preocuparse de ser una organización de resistencia, y para ello dedica parte de las cotizaciones de sus afiliados a sostenerlos en caso de huelga, establece un sistema de socorros de carácter mutualista que abarca los riesgos de la vida física y laboral: enfermedad, invalidez, o paro. Así pues, el sindicato combinaría la lucha obrera con la asistencia social de sus afiliados. Se trataría, en definitiva, de cubrir todos los aspectos sociales del trabajador y de sus familias. Pero el establecimiento de la base múltiple no fue un camino sin controversias. En el seno de la organización obrera de signo socialista hubo un sector que consideraba que la implantación de estas prestaciones podía conducir a que las sociedades obreras perdieran carácter combativo para terminar siendo sociedades mutualistas.