El Grupo Obrero de la Organización Internacional del Trabajo tenía la costumbre de reunirse previamente a las reuniones del organismo para examinar los puntos del orden del día y llevar una propuesta común. Para la reunión obrera de la primavera de 1931 contamos con el análisis de Manuel Cordero desde Ginebra. Creemos que nos interesa este material para comprender las posturas del movimiento obrero internacional en un momento especialmente complejo en plena crisis del 29. En el Grupo estaba también Wenceslao Carrillo que, además, fue nombrado para la Comisión de proposiciones Como veremos, la presencia española en las Comisiones que tratarían los distintos asuntos, y en las que había representantes de los patronos y gobiernos, fue importante.
La primera cuestión que se tuvo en cuenta tuvo que ver con la reciente proclamación de la Segunda República, con elogio incluido a la figura de Largo Caballero que, como sabemos, siempre desarrolló un intenso compromiso con el internacionalismo sindical y con la OIT.
Los temas candentes fueron los siguientes:
-Los problemas en determinados países en relación con el nombramiento de los representantes obreros ante la OIT. El gobierno polaco había prescindido de la organización obrera para formar su delegación, y algo parecido había ocurrido en Italia y Lituania. El Grupo Obrero decidió protestar.
-Trabajo infantil: Los delegados obreros discutieron sobre el mínimo legal de edad para poder trabajar. Los ingleses defendieron que se fijara en dieciséis años, pero esta postura chocaba con la realidad económica y escolar de los países menos desarrollados, como los balcánicos. Tenemos que tener en cuenta que el trabajo de los niños suponía un ingreso fundamental para las familias en estos países, frente al caso de los occidentales, donde los más pequeños fueron apartados, paulatinamente gracias a los avances de la legislación. El Grupo decidió que Manuel Cordero estuviera en la Comisión que debía estudiar esta cuestión.
-Trabajo nocturno de la mujer. El problema de la revisión de la Convención que prohibía el trabajo nocturno de la mujer fue abordado por Mertens, que propuso que el Grupo Obrero acordase por unanimidad oponerse a la revisión, y así se decidió. Regina García fue elegida para formar parte de la Comisión. -El paro. Este era el gran problema del momento porque aumentaba de forma evidente a causa de la crisis económica en todos los países. Fue el tema que más debate generó. ¿Cómo podía abordarse su solución?, ¿reduciendo la jornada laboral?, o ¿aumentando la edad escolar, como proponían los ingleses, en línea con lo expuesto en el asunto del trabajo infantil? En realidad, todas estas soluciones podían aliviar el problema, pero no resolverlo. Otra de las propuestas tenía que ver con un recurso muy empleado, el de las obras públicas, pero tampoco se veía como la gran solución. El problema tenía que ver con la crisis del sistema capitalista, incapaz de resolverlo. No se tomó una postura hasta no oír las propuestas de los representantes de la patronal y de los gobiernos. Carrillo fue elegido para pertenecer a esta Comisión.
Hemos trabajado con el número 6962 de El Socialista, de 3 de junio de 1931.