Fomento de plantíos de árboles y resistencias en la época ilustrada a través de un caso concreto
Publicado en Historia
Uno de los aspectos que pueden ayudarnos a comprender las dificultades contra las que tuvieron que luchar los ilustrados para fomentar el plantío de árboles en el siglo XVIII, estaría en la oposición que encontraron en algunos de los sectores del campo español. En este sentido, ya Sarrailh nos relató en su clásica obra sobre este período la cuestión de las rutinas, ignorancias y supersticiones contra las que tuvieron que se toparon los interesados en plantear cambios. Con la perspectiva del tiempo, podemos contemplar a aquella minoría de hombres y, también de mujeres, como un conjunto de individuos con fuertes impedimentos que hicieron fracasar sus intentos de modernizar el país, sin olvidar, claro está, sus propias contradicciones, pero, quizás, éstas se han exagerado en demasía y no valoramos en la historiografía española la importancia de la fuerza de los enemigos de la Razón. Si por un lado terminaron por colisionar con los intereses de los estamentos privilegiados, no cabe duda de que por otro lado, la nula formación de la mayor parte de la población y, sobre todo, del campesinado, no fue un obstáculo baladí. Este modesto trabajo trata precisamente de esta última cuestión, a través de las iniciativas de dos vecinos inquietos en el Yepes de finales del reinado de Carlos III, en sus intentos de fomentar el plantío de árboles.