Las Combination Acts
Las conocidas como Combination Acts fueron unas leyes británicas promulgadas entre 1799 y 1800 para prohibir las asociaciones de trabajadores y la huelga y, por lo tanto, es fundamental su conocimiento para entender las dificultades de los inicios del movimiento obrero en Gran Bretaña. Este tipo de legislación se relaciona con la famosa Ley Le Chapelier (1791) de la época de la Revolución Francesa, y con otras que se establecieron en distintos países europeos.
Al parecer, ya hubo disposiciones contra la organización de trabajadores en el Reino Unido antes, aunque relacionadas con oficios determinados, pero las disposiciones de 1799 y 1800 tiene su importancia porque abarcaban a todos los trabajadores. Estas leyes se aprobaron estando en el gobierno William Pitt, el joven, con la ayuda de William Wilberforce. Este personaje se destacó intensamente por su lucha contra la esclavitud, frente a su inquina hacia los trabajadores y sus derechos, algo que no ha dejado de sorprender a los historiadores.
La legislación condenaba a tres meses de prisión o dos meses de trabajos forzados a los trabajadores que se unieran para luchar por un aumento salarial o para disminuir la jornada laboral.
El liberalismo económico destruyó cualquier tipo de legislación, en todos los ámbitos, que existieran sobre la protección del trabajo, así como acerca de la regulación de los salarios. El Estado no debía intervenir y, a lo sumo, convertirse en una especie de sargento para que ningún elemento o factor alterase el funcionamiento de las leyes del mercado. Las Combination Acts son el claro exponente de esa función asignada al Estado por esta nueva filosofía económica.
La acción sindical quedaba criminalizada, y el sistema económico empleó las leyes con un evidente instrumento de clase, de la clase patronal.
En 1824 se revocaron por la presión popular, y por el trabajo de un verdadero lobby dirigido por Francis Place (1771-1854). Place fue un sastre y reformista radical, que perteneció a la London Corresponding Society. Además de su lucha contra esta legislación se hizo famoso por su defensa del control de la natalidad. Place consideraba que con estas leyes la libertad, la propiedad y la vida misma estaban en peligro. Por su parte, en los Comunes se destacaron contra estas leyes el médico radical escocés Joseph Hume y Sir Francis Burdett, un político reformista.
Pero en 1825 se aprobó otra Combination Act, eso sí, más moderada que las anteriores, ya que mantenía la despenalización de los sindicatos, pero perseguía aquellas acciones o comportamientos que se considerasen intimidatorios hacia los que no estuvieran sindicados.