Saltaire, colonia industrial

Historia

En la Revolución Industrial británica surgió una tendencia entre determinados propietarios de fábricas con sentido filantrópico, un ejemplo que luego se extendería a otros lugares del mundo. En España las más importantes fueron las catalanas. El deseo de estos industriales aunaría varias razones para emprender estas iniciativas: eficacia productiva al tener a los trabajadores cerca de los centros fabriles y fuera de las ciudades, aunque situados en lugares de fácil comunicación, generalmente de tipo fluvial, la propia filantropía de algunos de ellos, quizás influenciada por los experimentos de Robert Owen en Inglaterra o de los falansterios de Fourier en Francia, y por un deseo de buscar cierta paz o armonía social.

 

Las colonias industriales u obreras estaban fuera de núcleos de población, como hemos apuntado, y pertenecían al empresario que las construía y ponía en marcha. Se solían componer de viviendas, en un primer ejercicio de vivienda social, almacenes y tiendas (economatos), iglesias, parques, espacios de ocio y comunes. Es evidente que la vida en las mismas era mucho mejor que las chabolas o en infraviviendas en barrios obreros.

Saltaire es un ejemplo de lo que decimos. Se trató de una colonia industrial de la plena época victoriana, en Bradford, en el Yorkshire, junto al río Aire y el canal de Leeds y Liverpool. Su creador fue sir Titus Salt en 1853, y bautizó su colonia con la unión de su nombre con el del río. Salt tenía sus fábricas textiles dispersas por Bradford. Decidió unificar su empresa en el nuevo espacio en un ejercicio económico evidente para concentrar la producción, por lo que, además de la vena filantrópica o social se unía la propia económica. El río y el canal era importantes para la nueva fábrica, así como contar con un ferrocarril.

Las viviendas que se construyeron eran de piedra, y como decíamos, mucho mejores que las que tenían los trabajadores en Bradford. También se levantaron lavaderos, baños, un hospital, un centro educativo y cultural con biblioteca, salón de actos, gimnasio, y salas de lectura y para la música. El conjunto contaba, además, con huerto, parque, asilo y un muelle.

Hoy es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

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