Theodor Leipart y el papel de España en el movimiento obrero latinoamericano a fines de los años veinte
El Socialista encargó a un conjunto de destacados socialistas extranjeros que participaran en el número extraordinario del primero de mayo de 1928. Entre ellos estaría el socialdemócrata alemán Theodor Leipart (1867-1947), que escribió sobre la misión de los socialistas españoles en relación con el movimiento obrero latinoamericano. Debemos recordar que la Comisión Ejecutiva del PSOE había acordado dedicar el número extraordinario del periódico obrero de ese año a los países americanos de habla hispana y Portugal.
Leipart nació en el seno de una familia protestante del norte de Alemania. A principios de los ochenta trabajó como tornero en Hamburgo, ingresando ya en el movimiento sindical de su oficio, teniendo puestos de responsabilidad, como el de redactor del Boletín de la Federación. En 1891 fue elegido presidente de la Unión de Obreros Torneros de Hamburgo. También fue dirigente en la Unión de Obreros de la Madera de Stuttgart. Ingresó en el SPD, y en 1919 fue ministro de Trabajo en Württemberg, así como miembro de su parlamento. En 1921 pasaría a ocupar un cargo de responsabilidad en la OIT, año especialmente importante para nuestro protagonista porque se le eligió, además, como presidente de la Unión General de Trabajadores alemanes y presidente del Consejo Económico de la República en Berlín. En 1922 fue hecho vicepresidente de la Internacional Obrera de Ámsterdam. Cuando escribió el artículo era ministro de Estado. Después llegaría el nazismo.
Al Leipart le satisfacía que el socialismo español perteneciera a la Internacional de Ámsterdam para luchar contra el sistema capitalista. Pero, además, era importante por su influencia por cuestiones idiomáticas y de la prensa obrera en los países sudamericanos.
Leipart afirmaba cómo el capitalismo se había afirmado de forma considerable en Norteamérica y, cómo, poco a poco, ese poder capitalista estaba sojuzgando a los países centro y sudamericanos (Chile, Bolivia, Uruguay, Nicaragua, Guatemala y Honduras). Si el capitalismo europeo se preocupaba del algodón chino e indio, el norteamericano fundaba industrias en estas zonas del continente americano.
Por otro lado, también exponía cómo México y Argentina se hallaban en gran desarrollo industrial, creciendo sus industrias textiles, de madera y metalúrgicas entre otras.
En los países de floreciente industria, altos precios y bajos salarios penetró más el capital en la agricultura, y sobre todo donde no había todavía organización obrera o era muy débil.
Informaba que los países pequeños estaban decididos a formar en un futuro próximo una organización obrera contra el capitalismo. Y en esa tarea parecía que los trabajadores españoles tenían una importante misión por su larga experiencia en las luchas sociales, y que no era otra que estrechar los lazos de solidaridad con el movimiento obrero sudamericano, para que estuviese unido al europeo. Leipart encomendaba esa tarea a la UGT y al PSOE.
Hemos consultado los números 5943 y 5999 de El Socialista.