Al terminar la Gran Guerra Francia basculó hacia la derecha con el triunfo en 1919 del Bloque Nacional, especialmente por la desunión de la izquierda francesa, representada por radicales y socialistas. Después de constatarse el fracaso electoral de la izquierda, el socialismo francés padeció una difícil situación. Nos estamos refiriendo a la escisión comunista. El Congreso de Tours, celebrado a finales de 1920, fue determinante. Blum se negó a aceptar la III Internacional, es decir, las órdenes procedentes de Rusia, pero se quedó en minoría frente a una mayoría que se decantó por el comunismo, al contrario de lo que pasaría en otros partidos socialistas europeos. Tendría que pasar un tiempo para que el Partido Socialista pudiera recomponerse.