Respeto y democracia: a vueltas con la abstención del PP
Como es sabido, el Partido Popular se abstuvo en la moción de censura planteada por VOX con candidato foráneo. No se votó negativamente por respeto a dicho candidato. Esta cuestión, dentro de las mil facetas que se pueden comentar sobre la moción acontecida en la penúltima semana del mes de marzo, tan aciago en la política desde los tiempos del idus y Julio César, nos parece harto interesante.
No es objetivo de este breve análisis valorar la trayectoria política y profesional del señor Tamames que, por cierto, ha dado para mucho, ya que se trata, en el mejor de los casos, de un personaje peculiar con una trayectoria también peculiar. Nos interesa lo que dijo Cuca Gamarra. Al parecer, según lo expuesto, si se hubiera votado en contra de la moción se podría haber faltado al respeto al señor Tamames. Como no se quería votar a favor porque eso suponía seguidismo de una iniciativa con trampa, pues se optó por la abstención, una postura dignísima, por supuesto, como la de votar no o sí. Pues bien, al parecer, de nuevo el Partido Popular nos ofrece una peculiar interpretación de lo que es el respeto en política. Si votas en contra faltas al respeto. Entonces, todos los votos contrarios a todas las medidas de índole social del Gobierno de coalición han sido faltas de respeto al mismo, especialmente a los ministros y ministras más vinculados a estas medidas y, por supuesto, al presidente del Gobierno, responsable último de las mismas. Al parecer, hay que recordar que el voto negativo es un derecho incuestionable en una democracia, como el positivo, y la propia abstención, pero que nada tiene que ver con el respeto que se tenga al adversario o contrincante político. Esta cuestión, en medio de otras de enorme calado en la moción, pasa casi desapercibida, pero a este servidor le gustan mucho estas “menudencias”, que, al final, explican mucho sobre quien las pronuncia y sobre quien las defiende.
Es bueno que el PP respete a Tamames. El propio presidente del Gobierno le respetó en su discurso, pero, los señores de la derecha, supuestamente civilizada y no extrema, olvidan que al señor Tamames por lo que ha hecho estos días se le puede criticar por tierra, mar y aire, como hemos podido ver en los medios progresistas y entre la casi inmensa mayoría de los portavoces de los grupos parlamentarios. ¡Faltaría más! Otra cosa es que se le hubiera insultado, pero todo el mundo tiene derecho a criticar las ideas, el discurso, el gesto, la trayectoria, etc. de un personaje público, con respeto y educación.
Esta argumentación del Partido Popular en boca de quien lo representa parlamentariamente es muy endeble, es muy poco creíble, y más cuando desde sus filas se lanzan tantos improperios hacia el otro lado del hemiciclo en todas y cada una de las sesiones parlamentarias. Pero también es cierto que el PP lo tenía muy difícil. En eso hay que ser honrados. Había ganas contra el Gobierno y contra Pedro Sánchez, pero no a través de una iniciativa de ese partido a su derecha con el que se mantiene una relación de amor y odio. Casado optó por algo valiente, por querer despegar a su partido del extremismo, y luego lo pagó bien caro personalmente. Ahora se quiere hacer encaje de bolillos, contigo y sin ti. No nos gusta lo que habéis planteado, pero tampoco queremos enfadarnos mucho vosotros, políticos de verde, tan osados y extremosos, no sea que os necesitemos en Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y para llegar al Gobierno. Porque, estimados y estimadas lectores y lectoras, esa es la razón de la abstención, y lo demás son florituras supuestamente elegantes que, al final, demuestran que no se sabe que es la democracia, entre otras cosas, votar lo que se estime porque eso nada tiene que ver con el respeto, sino con la pluralidad y la libertad.