Nenni en la muerte de Turati en 1932

Historia

“Una vida al servicio del socialismo”

Filippo Turati falleció a finales de marzo de 1932, uno de los padres del socialismo italiano, estando en la fundación del Partido Socialista, y protagonista de la azarosa peripecia de esta formación política, y de la propia Historia de Italia entre el final del siglo XIX y la llegada del fascismo.

 

Pues bien, Pietro Nenni publicó un artículo para homenajear a Turati, que los socialistas españoles rescataron y publicaron en El Socialista. El artículo se titula: “Una vida al servicio del socialismo”. Haremos una breve reseña del mismo.

Turati era el maestro, además del jefe de los “proscritos” decía Nenni. No olvidemos que ya casi duraba un decenio el régimen fascista de Mussolini, y los socialistas que no estaban encarcelados, se encontraban en la clandestinidad o, sobre todo, en el exilio. Era, en fin, “una autoridad indiscutida”, y había destacado por una extraordinaria capacidad de trabajo. En relación con la cuestión de la autoridad, habría que recordar que la vida orgánica y política del PSI fue siempre muy compleja, con intensísimos debates entre revolucionarios y reformistas, escisiones, reconciliaciones, etc.

Nenni insistía en su artículo, como no podía ser de otra manera, en la realidad del momento de los socialistas, en pleno destierro. La muerte de Turati en París, un referente, independientemente de las polémicas en las que participó de lleno, añadiríamos nosotros, era un golpe duro.

En todo caso, Nenni quería honrar la memoria del fallecido con unos trazos de su biografía. La gran característica de Turati había sido confundir su vida con la del socialismo italiano. La historia del mismo era la de Turati, como la de éste era la de aquel.

Turati nació cerca de Milán en noviembre de 1857 en el seno de una “familia burguesa”, en pleno proceso de unificación italiana. Fue estudiante en Bolonia donde comenzó a combinar su pasión por las letras con el interés por los problemas sociales. Gracias a Bissolati, al que hemos estudiado en otro trabajo, se acercó a Marx.

Nenni opinaba que el maestro no pudo encontrar en la democracia de signo liberal o radical lo que sí halló en el materialismo histórico.

Turati estaría en la fundación del PSI, como apuntábamos al comienzo de esta reseña, aunque antes había comenzado la publicación de Critica Sociale, una revista que duró unos treinta años, referente del análisis del socialismo italiano.

El movimiento obrero crecía y las masas acudían al Partido, pero ese crecimiento tendría, en la interpretación de Nenni, una consecuencia, porque esa llegada de trabajadores, al parecer, habría agitado a los moderados y a los “seudoliberales”. Así pues, la Historia de la democracia italiana era la de los avances seguidos por retrocesos. Los gobernantes italianos se habrían caracterizado por su exceso de maquiavelismo.

Precisamente, el crecimiento de la organización socialista, llevó a su ilegalización con Crespi, el político fundamental del final del siglo XIX, caracterizado por nuestro autor, como el “salvador del orden burgués”. En este sentido, debemos recordar que en el final del siglo XIX Italia vivió fuertes movilizaciones sociales. Esta situación llevó a una fuerte represión que afectó al propio Turati, ya que fue condenado y encarcelado, como nos recordaba Nenni. Pero los milaneses le eligieron para ser diputado en 1895.

Con el Gobierno Rudini regresa la legalidad para las organizaciones obreras, pero las movilizaciones de 1898, generadas por un brutal aumento del coste de la vida, volvieron a generar represión violenta y persecución. Turati ingresa en prisión, así como su compañera, Anna Kulisclof. Turati fue condenado a 12 años de prisión. En la cárcel comenzó a convertirse en un referente.

En 1900 llega la amnistía. Turati puede volver, en consecuencia, al parlamento. El líder reconsideraría la estrategia y pidió al Partido que había que dejar las posturas intransigentes para adoptar una de defensa de las reformas y de educación del proletariado. Nenni considera que el reformismo de Turati era un ejercicio de optimismo, en relación con las “instituciones liberales”, y en la lealtad de los “partidos burgueses”. En este sentido, como apuntamos nosotros, comenzarían los grandes debates internos socialistas.

El problema llegó con el estallido de la Gran Guerra, un acontecimiento que no sólo finiquitó ese optimismo de Turati, sino que generaría un terremoto político y social en Italia. La lucha volvió a ser radical. Turati se declaró contrario a la guerra, pero también a adoptar posturas extremas. Eso le aislaría hasta 1922 en el seno del Partido.

La cuestión cambió con la llegada del fascismo, que le hizo salir de esa suerte de ostracismo a Turati, para emprender la batalla contra el mismo desde el parlamento y la prensa. A raíz del asesinato de Matteotti, considerado por Nenni, como el “hijo espiritual de aquel”, emprende la campaña del Aventino. Después llegarían las leyes de excepción de Mussolini, y de ahí el destierro.

Hemos consultado el artículo en el número 7227 de El Socialista, en abril de 1932. En El Obrero hemos dedicado atención a la historia del socialismo italiano.

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