Charles Gide y la economía de la cooperación
Charles Gide (1847-1932) fue un economista e historiador francés, figura clave en la historia del cooperativismo. Con Édouard de Boyve y Auguste Marie Fabre, puso en marcha una determinada filosofía cooperativa en Francia a través de la Escuela de Nimes. Se creó la Sociedad Cooperativas de Consumo de Francia, que tuvo su primer congreso en el verano de 1887 en París, sacando su publicación oficial, L’Emancipation. Gide fue muy activo durante toda su vida y publicó muchas obras al respecto.
Hemos descubierto un breve texto suyo, que El Socialista publicó en junio de 1923, y que resume algunas ideas de este autor, y que van completando el esfuerzo que estamos realizando en El Obrero sobre el fenómeno histórico del cooperativismo.
Gide realizaba en este texto, publicado originalmente en el Bulletin Cooperatif International, una crítica a la política económica proteccionista, pero también a la del liberalismo. Era una contradicción pretender intentar colocar la producción nacional en el exterior, pero no comprar nada de fuera. Por otro lado, se era favorable a la entrada de capital extranjero, y se intentaba frenar la salida del propio. El proteccionismo defendía la llegada de los extranjeros ricos porque se gastaban su dinero en el país de acogida, pero no la de obreros y comerciantes que pudieran llegar para ganarlo.
Pues bien, el cooperativismo se presentaba como una clara alternativa porque buscaba la prosperidad de su país, pero en cooperación con todos y luchando contra las limitaciones que se imponían entre los países, y eso iba por las aduanas, tanto para mercancías como para personas.
Si el cooperativismo era contrario al proteccionismo no significaba que comulgase con el liberalismo económico, ya que éste solamente buscaba la libre concurrencia, fiándose en la misma para asegurar la justicia en el cambio, pero quedándose cada uno en su casa. El cooperativismo, por el contrario, no buscaba solamente el cambio, el contrato de compra-venta. Lo que se pretendía era la relación permanente entre los individuos y las naciones, lo que Gide hablaba por “organización”. No se trataba de la organización llamada natural por el liberalismo económico, es decir, del libre juego de la concurrencia y del choque de intereses privados, sino de una organización que controlase los contratos colectivos.
Hemos trabajado con el número 4477 de El Socialista del 15 de junio de 1923.