Las etapas políticas en la Inglaterra victoriana
El sistema político británico había cambiado con los procesos revolucionarios del siglo XVII y se fue perfilando en el XVIII, para asentar un modelo de monarquía parlamentaria. Al llegar la reina Victoria al trono, los dos partidos políticos –tory y whig- pasaron a conocerse como conservador y liberal, respectivamente.
El primer período del reinado estuvo presidido por las figuras de Peel al frente del primero y Palmerston, como líder del segundo. La segunda mitad del siglo estuvo dominada por dos personalidades fundamentales de la época victoriana: el conservador Disraeli y el liberal Gladstone. Las etapas políticas del reinado de la reina Victoria se pueden establecer a través de la alternancia en el poder de los dos partidos.
En primer lugar, tendríamos un período de dominio de los liberales con Palmerston y luego con Gladstone. En esta época el sistema político británico aún era muy dieciochesco con un gran peso de la aristocracia en el gobierno, dominando la Cámara de los Lores a la de los Comunes. Disraeli en el poder impulsó un profundo cambio en la política tradicional conservadora vinculada hacia los intereses rurales y muy proteccionista.
Disraeli defendió el librecambismo, la importancia del imperio británico, además de mordenizar la base electoral de los conservadores al atraerse un electorado urbano.
Los liberales accedieron de nuevo al poder en 1868 y continuaron las reformas: reconocimiento de los sindicatos, el voto secreto en las elecciones, la ley de enseñanza primaria pública y gratuita, aunque solamente se construyeron escuelas públicas donde no había privadas, que el Estado subvenciona, y el establecimiento de los abogados de oficio. Otra de sus grandes preocupaciones fue la de promover la separación entre la Iglesia y el Estado, como la supresión de la exigencia de ser anglicano para ser profesor en las principales universidades, lo que provocará el choque con la Iglesia Anglicana. Los conservadores retornan al poder en 1874 cuando la crisis económica y los conflictos con la Iglesia Anglicana desgastaron al partido liberal.
Los conservadores estarían un decenio en el poder. Disraeli impulsaría en ese momento la expansión imperial y la presencia de Inglaterra en la política europea. Por otro lado, aprobó una legislación social que reglamentaba el trabajo de las mujeres y niños. Además, planteó una reforma municipal para fortalecer el poder de los ayuntamientos.
La última fase del reinado se caracteriza por un breve retorno liberal al poder y el regreso al mismo de los conservadores. Efectivamente, en 1884 los liberales accedieron gobierno pero por poco tiempo, ya que los conservadores recuperaron el poder, manteniéndolo hasta 1906, ya fallecida la reina Victoria. En 1886 se inició una etapa de dificultades económicas y sociales, además de la constatación del auge de otras potencias como Alemania y Estados Unidos. En esta época destacaron nuevos líderes: Salisbury y Chamberlain.