Generoso Plaza y la consideración de la emigración como una forma de protesta (1910)

Historia

En este artículo analizamos el fenómeno de la emigración española de las primeras décadas del siglo XX desde una perspectiva particular con el socialista burgalés Generoso Plaza, que la contempló como una especie de protesta social.

 

No disponemos de muchos datos biográficos de Gerónimo Plaza. Ni sabemos cuándo y donde nació, ni tampoco acerca de su fallecimiento. Fu viajante de comercio y propietario de una fábrica de alpargatas. Se afilió a la Agrupación Socialista de Burgos en el año 1903, y participó en la fundación de las Juventudes Socialistas de dicha ciudad castellana. Fue colaborador en distintas revistas socialistas, como Acción Socialista y Vida Socialista en el primer tercio del siglo XX. Al menos, sabemos que seguía vivo y militando en el socialismo burgalés en tiempos de la República.

Plaza era contundente tanto en el título de su colaboración en Vida Socialista, que es el texto que aquí comentamos, como en el inicio del mismo. Así es, el artículo se titula, “La mejor protesta”, y comienza con: “España se despuebla”. Antes eran Asturias y Galicia las que llenaban los transatlánticos para llevar emigrantes a las pampas argentinas y los ingenios cubanos, pero en el momento en el que escribía Plaza, a fines del año 1910, el fenómeno se había extendido a Castilla, Aragón, Levante, en su opinión, a España entera, proporcionando “energías para el ejército de explotados que en éxodo aterrador huyen del país en el que nacieron..”. Debemos recordar que en la historia de la emigración española nos encontraríamos en la larga etapa, que desde el siglo XIX hasta los años treinta, tenía a América como destino fundamental, mucho más que Europa, aunque siempre hubo trabajadores que se trasladaron a Francia. La emigración a Europa es un fenómeno posterior a la Guerra Civil y de los años sesenta y setenta.

El fenómeno de la emigración era imparable, para Plaza, en una afirmación, que no podemos negar, parece de hoy mismo, como lo que a continuación Plaza expuso. Ni la legislación restrictiva, ni el funcionamiento de las oficinas de emigración, ni la actividad de las autoridades d los puertos marítimos habían conseguido frenar a los que buscaban una forma mejor de vida, es decir, se cumplía una regla universal y atemporal con relación a la emigración, que la necesidad derriba o intenta derribar obstáculos.

Pero lo que aquí más nos interesa es la interpretación que efectuaba Plaza sobre la fuerza de la emigración como una especie de forma de protesta del pueblo trabajador contra el sistema político que gastaba el dinero en “aventuras guerreras”, en alusión, sin lugar a dudas, a la Guerra de Marruecos, o que encarcelaba a los que protestaban.

Nuestro autor consideraba que era una manera hasta eficaz de luchar cuando en el país de uno después de mucho trabajar no se conseguía más que mal comer, y cuando se atropellaban los derechos de los ciudadanos, o se vivía bajo la amenaza constante de quienes establecían leyes de excepción, en alusión, evidentemente, a la tendencia de los gobiernos del reinado de Alfonso XIII a la suspensión de las garantías constitucionales ante la elevada tensión social que se fue generando.

Así pues, insistimos, el hecho de emigrar a países lejanos era una forma más de protesta. Bien es cierto que el trabajador sería explotado en el país de acogida, pero allí no sufriría la mordaza que se padecía en España, siempre en opinión de Plaza.

Cuando los campos se hubieran despoblado, y los gobernantes se encontrasen con un “país cadavérico”, entonces comprenderían, a juicio de este socialista, que sus políticas de despilfarro y de opresión había conseguido su objetivo, que no era otro que el de amordazar al pueblo que se quedaba y esquilmarlo, pero se habría obtenido a costa de haber matado a dicho pueblo, o si fuéramos fieles al pensamiento de Plaza, dejando despoblado medio país. Si no se cambiaba la política seguirían saliendo de los puertos los españoles que no se resignaban y no deseaban seguir viviendo en un “ambiente de cobardía y miseria”, y que en la emigración hallaban la “más eficaz de las protestas”.

Hemos trabajado con el número del 4 de diciembre de 1910 de la publicación Vida Socialista, y con el Diccionario Biográfico del Socialismo Español, con el fin de conocer a Generoso Plaza.

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