La sabiduría de Pasteur entre los trabajadores cordobeses (1923)

Historia

La labor cultural, educativa y formativa del movimiento obrero español sigue pendiente de un trabajo monográfico y exhaustivo, con permiso de Francisco de Luis Martín y su obra sobre la cultura socialista en España entre 1923 y 1930. Nosotros, por nuestra parte, periódicamente, nos acercamos a este tema porque nos parece muy sugestivo e importante.

 

En esta pieza queremos hacernos eco de la conferencia que el doctor Tello impartió en el Salón de Actos de la Sociedad Obrera “La Nueva Aurora”, invitado por su junta directiva, de la localidad cordobesa de Pedro Abad. Dicha población tenía una tradición obrera muy arraigada, aunque el socialismo no pudo estabilizarse claramente hasta 1920 cuando se fundó la Agrupación Socialista. Por nuestra parte no podemos dejar de resaltar el interés del movimiento obrero local por la cultura, organizando una conferencia sobre la figura de Pasteur y sus descubrimientos.

El doctor Tello explicó a los trabajadores de Pedro Abad la biografía del sabio francés, pero se centró más en sus trabajos y descubrimientos, comenzado por el de la “profilaxis de la rabia” a través del hallazgo de la diferencia óptica fundamental entre los cristales del tartrato y del paratartrato sódico-amónicos.

El conferenciante trató de las fermentaciones, deteniéndose en la alcohólica, que Pasteur habría hallado en un ser vivo, hongo del género de los mycodermas.

Después disertó sobre los experimentos que habían terminado con la hipótesis de la generación espontánea de los seres vivos, estableciendo de forma definitiva que todo ser vivo procedía siempre de otro ser vivo que le precedía.

Además, Pasteur había estudiado y descubierto la causa de una enfermedad que padecían los gusanos de seda, llamada pebrina, que los mataba, destruyendo una riqueza fundamental para las sederías francesas. También había descubierto los gérmenes que producían las enfermedades de los vinos y cervezas.

Con sus experimentos Pasteur había descubierto los microbios como causa de las enfermedades y del contagio e infección de las heridas, permitiendo que avanzara la ciencia en relación con los métodos antisépticos en las operaciones quirúrgicas.

Pero, además, sentó las bases de la teoría de la vacunación contra las enfermedades infecciosas, cuyo primer paso había dado Jenner con su vacuna contra la viruela, aunque fuera Pasteur quien hubiera dado el gran paso a través de sus estudios sobre el carbunclo del cerdo y el cólera de la gallina.

La crónica del acto terminaba con una apreciación del corresponsal desde Pedro Abad en la que de decía que los obreros de dicha localidad cordobesa se unían al homenaje que en su día le brindó a Pasteur la República Francesa, a través de su presidente Sadi Carnot, además de agradecer al doctor Tello que les hubiera dado a conocer al sabio.

Hemos trabajado con el número 4449 de El Socialista de 14 de mayo de 1923.

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