La importancia de la educación en el origen de las Juventudes Socialistas austriacas

Historia

La cuestión de la guerra estuvo entre las principales que motivaron la creación de las Juventudes socialistas en Europa, pero también la educación debe ser tenida en cuenta. El caso austriaco es un claro ejemplo de lo que decimos.

 

En el otoño de 1893 un grupo de aprendices, que se reunían los domingos para formarse, decidieron fundar una asociación de la juventud obrera austriaca. El manifiesto que publicaron nos permite conocer las razones que motivaron a aquellos inquietos jóvenes a emprender el camino de la asociación.

En primer lugar, estaba su deseo de que se terminara la explotación y el trato inhumano que padecían los aprendices. Señalaban que el aprendiz, hijo del obrero, era arrancado demasiado pronto de la escuela por lo que se interrumpía su instrucción. Era verdad que acudían por la noche a clase, pero eso era después de una agotadora jornada laboral con una carga de cansancio tal que impedía, realmente, aprender. Por eso reclamaban que las horas obligatorias de estudio fueran de día. Debemos recordar que la legislación europea sobre el trabajo de niños y adolescentes establecía la obligatoriedad de que los aprendices estudiaran, pero el problema era cuándo: ¿al terminar la jornada laboral o dentro de la misma? Además, pedían que pudieran recibir formación profesional, enseñanza de idiomas y taquigrafía. Y tampoco olvidaron la importancia de la educación física, porque solicitaron que se organizasen cursos de natación y gimnasia, además de que se efectuasen excursiones.

Los fundadores de esta asociación declararon que no era su objetivo ocuparse de la política, pero no ocultaron que sus aspiraciones tenían que ver con el socialismo y que del mismo esperaban su principal apoyo.

En 1898, es decir, cinco años después, Viena ya contaba con tres secciones de Juventudes Socialistas. En 1902 se crearon secciones en Bohemia.

Para coordinar la acción de las distintas secciones se pensó en la creación de un periódico. Después de abrir una suscripción los jóvenes consiguieron en octubre de 1902 poner en marcha el Sugendliche Arbeiter, con una inicial tirada de cinco mil ejemplares.

Fue una buena idea la del periódico porque se consiguió que el movimiento juvenil se expandiera, y las autoridades empezaran a ver el supuesto peligro del mismo.

En 1906 las distintas secciones y organizaciones juveniles se unieron empleando el método sindical de fusión. Así pues, se creó un Comité director, que presidiría el conjunto de secciones.

En 1907, el Congreso socialista trataron la cuestión de las Juventudes Socialistas. Al año siguiente, fueron creados Secretariados regionales. Los sindicatos, por su parte, también comenzaron a interesarse mucho en los jóvenes, comprendiendo su importancia.

El Congreso socialista de 1912 aprobó una proposición sobre el deber de las organizaciones socialistas de velar porque los hijos de los trabajadores fueran educados conforme al “espíritu socialista”.

Hemos trabajado con el número 1603 de El Socialista, y con los trabajos que publicamos en El Obrero sobre el origen de las juventudes socialistas, y que el lector interesado podrá consultar en su hemeroteca.

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