La huelga de los papeleros de Tolosa en 1912

Historia

En el verano de 1912 se produjo una importante huelga en Tolosa. Fue protagonizada por los obreros que trabajan en la sección llamada del couché de la fábrica que la Papelera Española tenía en esta localidad guipuzcoana. Debemos recordar que Papelera Española fue una empresa fundada en 1901 por Nicolás de Urgoiti y Rafael Picavea a través de la fusión de distintas empresas previas. Su sede estuvo en Bilbao, y llegó a controlar el mercado de papel en España durante gran parte del siglo XX, casi en régimen de monopolio, provocando no pocas polémicas, especialmente con las editoriales de periódicos por la cuestión del precio del papel.

 

Los papeleros venían reclamando desde hacia tiempo al administrador de la fábrica que, al hacerles la liquidación del trabajo realizado a destajo, se tuviera cuidado para abonarles lo que en derecho les correspondía. Las reclamaciones eran atendidas, pero al administrador había avisado de que no habría lugar a nuevas quejas. Pero, al percibir el importe de la última quincena los trabajadores volvieron a protestar sobre la forma de realizar la liquidación porque se habían visto mermados sus haberes. El administrador no les atendió. En respuesta, los obreros abandonaron el trabajo. En total el paro afectó a 46 trabajadores, toda la sección, turnos de día y noche.

En principio, las reuniones celebradas ante las autoridades no llegaron a buen puerto. Los trabajadores reclamaban que se les abonase lo que se había acordado en el trabajo a destajo, pero, además, que se aumentase en cincuenta céntimos el jornal de cada trabajador de la sección, y que fueran admitidos al trabajo todos los huelguistas y que no se ejerciesen, por consiguiente, represalias.

Al parecer, la Compañía accedió a las dos primeras peticiones, pero pretendió reservarse la facultad de admitir al trabajo o no a todos los huelguistas, lo que fue interpretado como que la empresa se reservaba una especie de derecho de represalia. Los trabajadores no aceptaron esta solución, y el Tribunal arbitral levantó acta sobre lo ocurrido, finalizando, por el momento las negociaciones.

La Asociación de Obreros de Tolosa convocó un mitin el día 8 de agosto para explicar su interpretación del conflicto laboral.

Al parecer, los trabajadores de la Papelera trabajaban una jornada de doce horas para unos jornales que no permitían afrontar la carestía de la vida que padecía Tolosa, casi como en una capital. El movimiento obrero socialista se volcó mucho en este conflicto porque Tolosa era un centro fabril con más de cinco mil trabajadores en distintos centros de trabajo, por lo que podía convertirse en un baluarte de la organización obrera, extendiéndose a toda la zona fabril del distrito.

La Asociación de Tolosa dirigió circulares a todas las sociedades obreras de España en demanda de apoyo para sostener la huelga. Después de agotarse todos los medios de conciliación los huelguistas se dirigieron a Canalejas, solicitando la intervención del Gobierno porque el conflicto se podía agravar de tal manera que podía desembocar en una huelga general. No hubo respuesta. De ese modo, los trabajadores papeleros solicitaron al resto de la población su apoyo efectivo a través de una huelga general, que terminó por declararse en Tolosa el día 2 de septiembre. Esa huelga sí tuvo su efecto inmediato porque la empresa se avino a negociar y a aceptar la colocación de los obreros despedidos.

Hemos trabajado con los números 1474, 1375 y 1378 de El Socialista, entre agosto y septiembre de 1912.

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