Los problemas del inicio del curso escolar en Chamartín de la Rosa (1927)
Coincidiendo con el comienzo del curso escolar en septiembre de 1927 el gobernador civil de Madrid, Martín Álvarez, manifestó que publicaría una disposición recordando a los padres de familia la obligación de enviar a sus hijos a las escuelas primera enseñanza. Los socialistas aplaudieron esta voluntad, que pretendía cumplir con lo estipulado por la Ley Moyano. Pero la obligación de los padres de llevar a los hijos a las escuelas imponía otra, y esta vez de la administración pública. El Estado tenía el deber de disponer de las escuelas precisas para proporcionar esa enseñanza básica. Y en ese deber del Estado debían cooperar los Ayuntamientos procurando que los locales para las escuelas primarias reuniesen las condiciones adecuadas.
Los socialistas reconocían que se había progresado en relación con la enseñanza primaria en España, y que algunos Consistorios habían emprendido obras de construcción de edificios destinados para escuelas, pero también había muchos otros Ayuntamientos que no se preocupaban nada por la educación y no porque no tuvieran fondos, ya que los tenían para gastar en capeas o diversiones.
No parecía sencillo el cumplimiento de la obligación que iba a recordar el gobernador civil de Madrid porque se podía producir una especie de situación pintoresca, siempre a juicio de los socialistas, si tenía que sancionar a las familias que, acudiendo en septiembre a solicitar plazas escolares se encontrasen con que no había.
Los socialistas ponían el ejemplo de lo que ocurría en la localidad de Chamartín de la Rosa, cuyo Ayuntamiento desdeñaba el cumplimiento de sus obligaciones en materia educativa, un problema que, al parecer, afectaba a muchos niños y niñas de las familias humildes de las distintas barriadas de esta localidad del norte de Madrid. En este sentido, debemos recordar que Chamartín de la Rosa incluía lo que hoy es, no sólo parte del distrito que lleva su nombre, como el actual de Tetuán, con mucha población de condición social muy humilde. En las mismas ya funcionaban las escuelas obreras.
Los socialistas aprovechaban las páginas de El Socialista para denunciar la desidia de dicho Ayuntamiento que, además, no entregaba desde hacía unos meses a la Sociedad de las Escuelas Obreras de Chamartín la subvención aprobada en los presupuestos municipales, y a pesar de las repetidas gestiones realizadas.
Hemos trabajado con el número del 2 de septiembre de 1927 de El Socialista.