Las ideas principales de Lenin se encuentran en dos obras, El imperialismo, estadio supremo del capitalismo (1916), y El Estado y la Revolución (1917). Lenin realizó una adaptación del marxismo a la realidad que le tocó vivir en Rusia. Las ideas de Marx se habrían elaborado en unas circunstancias históricas concretas que eran las de la Europa occidental de la primera Revolución Industrial, donde eran más determinantes los aspectos industriales que los financieros en la economía. En la obra del imperialismo Lenin consideraba que el capitalismo había pasado de una etapa casi exclusivamente industrial a otra financiera, por lo que a la lucha de clases se habría añadido la lucha política entre los Estados por las materias primas, las colonias y el mercado. Si Marx había planteado las contradicciones del capitalismo en su época, Lenin lo hacía en la suya, en la del triunfo de la Segunda Revolución Industrial, la de la escala mundial. Por eso, pensó que debía modificar algunas de las teorías del primero.