El conflicto ante la gripe en Yecla en 1918
La epidemia de gripe fue especialmente dura en Yecla. Pues bien, a mediados de octubre de 1918 se produjo un conflicto a raíz de esta cuestión entre vecinos y el alcalde de dicha localidad, y que provocaría una reclamación del PSOE ante el Gobierno.
Al parecer, ante la evidente alarma por la extensión de la enfermedad una comisión de vecinos se reunió para dirigirse al Ayuntamiento con el fin de pedir al alcalde que tomara medidas sanitarias enérgicas para combatir la epidemia.
La comisión pretendía ponerse al servicio de la autoridad local por si ésta creía conveniente su concurso para ayudar a la acción municipal con el objetivo de combatir la gripe, habida cuenta de su alta incidencia, y especialmente entre las clases humildes de la localidad.
Al llegar al Consistorio los vecinos encontraron la reacción violenta del alcalde, que interpretó la visita como si fuera una manifestación, preguntando quién era el líder de la misma. Se le respondió que no era una manifestación, pero el alcalde insistió en saber “quién era el que daba la cara”. Al parecer, uno de los vecinos dio su nombre. El alcalde ordenó su detención, pero los demás vecinos se opusieron, indicando su deseo de ser detenidos todos. Ante esta situación el alcalde manifestó que se encargaría la Guardia Civil.
Pues bien, ante la situación de la epidemia y por estos hechos los socialistas reaccionaron y acudieron al Gobierno, a través de Enrique Rubio y Francisco Largo Caballero, que solicitaron una visita al ministro de la Gobernación. En la visita aludieron a la situación de Yecla, que consideraron vergonzosa en la que se refería al material sanitario y medios para combatir la epidemia, pero también por la detención de trabajadores a raíz de la visita al alcalde.
En realidad, no les atendió el ministro García Prieto por no encontrarse en el Ministerio, sino por el subsecretario, que les contestó que ya había remitido al gobernador de Murcia una cantidad para “socorros” y un lote de material sanitario y de desinfección, especialmente destinados para Yecla. También se aludió a la cuestión de las elecciones municipales de Yecla, que no se habían celebrado, contestando el subsecretario que se convocarían cuando “los elementos democráticos de Yecla lo estimen oportuno”.
Hemos trabajado con el número 3366 de El Socialista, de 15 de octubre de 1918.
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