Notas sobre la fundación de la CNT
La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) nació de la unión de distintas sociedades obreras de signo anarcosindicalista, surgida entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre de 1910 en Barcelona. Su importancia en la Historia del movimiento obrero y en la propia de España hasta el final de la Guerra Civil es incuestionable.
El anarcosindicalismo comenzó a gestarse a finales del siglo XIX en Francia, con Émile Pouget, y luego con la Federación de Bolsas de Trabajo, liderada por el periodista Fernand Pelloutier, y que se transformaría en la Confederación General del Trabajo (CGT) en 1902. El anarcosindicalismo rechazaba el terrorismo practicado por una parte del anarquismo, pero también el individualismo libertario. En el Congreso de Amiens de 1906 se aprobó la trascendental Carta de Amiens, que planteaba la importancia del sindicato, como grupo de producción y distribución para la construcción de una nueva sociedad. Se planteaba la acción económica -la huelga general- contra la patronal, obviando la lucha política.
Pues bien, estas ideas calaron en el seno de parte del sindicalismo español cuando en agosto 1907 se creó la Solidaridad Obrera en Barcelona. En principio, la Solidaridad unió a sindicalistas de signo anarquista con otros socialistas, y sectores republicanos, aunque terminarían predominando los primeros. Los socialistas no podían aceptar que se creara un sindicato que pudiera competir con la UGT. En esto se llegó al Segundo Congreso, aplazado por la Semana Trágica, donde nacería la Confederación, llegándose, además a una serie de acuerdos: la adopción de las ideas del sindicalismo revolucionario, y cuestiones reivindicativas, entre las que destacarían la jornada de ocho horas, el fin del trabajo a destajo y el establecimiento del salario mínimo. La CNT comenzó no siendo muy grande, ya que se calcula que las sociedades obreras que la crearon representaban unos treinta mil obreros aproximadamente.
Aunque los socialistas se habían apartado, es cierto que la CNT no quiso ser beligerante con la UGT y en distintos momentos intentó el acercamiento y hasta la fusión.
La nueva CNT sería ilegalizada muy pronto a raíz de una huelga general, pero eso no impidió que desapareciera hasta su legalización en 1913. A partir del Congreso de 1915 del Ferrol se iniciaría su expansión por el resto de España. La situación económica y social que padeció España a raíz de la Gran Guerra constituyó un factor evidente para el vertiginoso crecimiento de la CNT, porque en 1918 superaba claramente los cien mil afiliados. Se estaba configurando como una organización de masas, muy potente en Cataluña, extendiéndose por el levante valenciano y murciano, Andalucía, parte de Asturias y Aragón.
Las consecuencias producidas por la carestía de la vida producidos a causa de la Primera Guerra Mundial provocaron el primer y quizás más intenso acercamiento entre la CNT y la UGT, que convocaron una exitosa jornada de huelga general de 24 horas en diciembre de 1916, y establecieron una unidad de acción, para llegar a una huelga general en 1917. En el Congreso de Sans de 1918 se aprobaba la reorganización en sindicatos únicos por oficios de un ramo industrial.
En 1919 la CNT tuvo un gran papel con la Huelga de la Canadiense de tanta trascendencia en la Historia del movimiento obrero, en relación con la jornada de las ocho horas. La fuerza incontestable de la CNT, que seguía multiplicando su militancia, llevó a la patronal catalana a organizarse para intentar desarticularla con lock outs, y el recurso a la violencia con la expansión del fenómeno del pistolerismo, junto al de la tristemente famosa Ley de Fugas por parte de las autoridades, y la reacción de los grupos de acción anarquista, así como de la CNT con recurso de la acción directa y el sabotaje, y el rechazo a todo tipo de arbitraje, como se estableció en el Congreso de 1919 de La Comedia, generándose un clima de violencia que no cesaría hasta el golpe de Primo de Rivera. La indiscutible influencia de la Revolución Rusa llevará a la CNT a vincularse a la III Internacional, pero solamente hasta 1922, dadas las evidentes diferencias con el comunismo.
Un texto de Anselmo Lorenzo:
“(…) Inspirados en el más puro criterio, con la mira puesta en el ideal de unidad y de integridad humana, resolved los asuntos a la orden del día del congreso; cread una organización extensa y poderosa que recoja todas las iniciativas individuales y reúna la fuerza y la inteligencia del número, y mereceréis la aprobación y el aprecio fraternal de vuestros compañeros. Salud.”
Anselmo Lorenzo. Final de su Comunicado al Congreso fundacional de la CNT. 1910.