El éxito socialista y ugetista por el Retiro Obrero en Cuevas de San Marcos (1921)
En el otoño de 1921 la Agrupación Socialista “Unión Benéfica Obrera” de la localidad malagueña de Cuevas de San Marcos se movilizó por la cuestión del retiro obligatorio de los obreros. En esta sección de El Obrero creemos importante aportar materiales sobre aspectos y situaciones locales, y concretas, pero de suma importancia, porque nos permiten ir haciendo la historia social, sindical y obrera de nuestro país.
El sindicalista Francisco Pérez se quejaba en las páginas de El Socialista de cómo el estado de apatía y de hasta frialdad en que se hallaban sumidos los trabajadores españoles era aún más sangrante en el ámbito rural, en pequeñas localidades donde no habría más ley que la voluntad de los caciques. La clase patronal se aprovechaba, siempre según su opinión, de la división en el seno del movimiento obrero (Pérez aludía implícitamente a los anarcosindicalistas cuando hablaba de núcleos que “claman desaforadamente, exteriorizando un radicalismo huero, que lo quiere todo y muchas veces se conforma con nada”). Esas disensiones provocaban que los patronos eludían las leyes que se habían hecho en beneficio de los trabajadores, como ocurriría con la ley del Retiro Obrero Obligatorio.
Pues bien, como explicábamos al principio, dicha Agrupación, se había puesto en marcha ante esta situación, presentando un escrito a la Inspección General del Retiro Obrero Obligatorio con una relación de los patronos agrícolas e industriales que no aplicaban el retiro a los obreros con derecho al mismo, con nombres y días de trabajo. La UGT ayudó en la tramitación de este asunto, interviniendo el propio Largo Caballero. La queja tuvo respuesta, porque un delegado de la Inspección visitó la localidad, lográndose un acuerdo entre obreros y patronos para poner en marcha el retiro obrero de los trabajadores fijos y eventuales.
El Socialista opinaba que ese era el camino. Los trabajadores, conscientes de sus derechos y de lo que significaba esa reivindicación obrera, aunque fuera modesta en su inicio, habían logrado que se respetase. Debemos recordar que la patronal española fue muy reacia a esta reforma legal, y en el ámbito rural aún más.
Hemos consultado los números 3976 y 3978 de El Socialista, del mes de noviembre de 1921.
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