La cuestión de la jornada laboral en la industria textil de Barcelona hacia 1927

Historia

Los obreros organizados a través del sindicato “El Obrero Fabril” de Barcelona se dirigieron al ministro de Trabajo y al delegado de Trabajo de la ciudad, el 13 de junio de 1927 con el fin de protestar por los cambios en la jornada laboral.

 

El sindicato se había reunido en asamblea general el 12 de junio en su local social con el fin de examinar el nuevo horario acordado por la patronal del Ramo Fabril en las fábricas de Barcelona y Hospitalet. Allí se tomó la decisión de manifestar su disconformidad con el acuerdo tomado sin previa consulta y sin que hubiera intervenido la organización obrera.

El sindicato recordaba a las autoridades que, en la real orden de 30 de marzo de 1927 del Ministerio de Trabajo, en su artículo 9º decía que cuando patronos y obreros, mediante pactos celebrados con sujeción a las normas de la real orden de 6 de agosto de 1920, conviniesen vacar en días festivos que no fueran domingos, podrían recuperarse, es decir, siempre que hubiera un previo acuerdo entre ambas partes. Pero el sindicato no había sido llamado para realizar el acuerdo. Pero, además, el sindicato no podía dar su conformidad al aumento de cinco horas y quince minutos por año que el nuevo horario establecía porque quebrantaba la jornada de ocho horas. Las pérdidas de horas de trabajo se producía por interrupciones de la fuerza motriz pero no por expresa voluntad de los trabajadores, sino por fuerza mayor, de la que no eran responsables, en opinión del sindicato, máxime cuando los obreros tenían que permanecer en sus centros de trabajo cuando se producían esas interrupciones, a disposición de los fabricantes y encargados.

El sindicato tampoco estaba de acuerdo con el establecimiento de veintiún días y medio de fiestas durante año porque eso recargaba la jornada diaria del resto de los días de trabajo. La fijación de las llamadas fiestas tradicionales, sin haber consultado a los obreros, constituía en opinión del sindicato una equivocación. El problema radicaba siempre en que no se había tenido en cuenta su opinión.

Hemos trabajado con el número 5730 de El Socialista, de 16 de junio de 1927.

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