Los problemas agrícolas en Ahillones y una reflexión obrera (1930)
En este trabajo estudiamos los problemas agrícolas en la localidad pacense de Ahillones al terminar la década de los años veinte, con una reflexión sobre los mismos y sobre la necesidad de la organización obrera para terminar con los mismos, en la línea de los trabajos que estamos dedicando en este periódico en los últimos tiempos sobre la realidad obrera en el campo español, especialmente, en el centro y sur, y en las primeras décadas del siglo XX.
El relato y la reflexión son obra de Vicente Visuete. No hemos encontrado datos del autor, pero imaginamos que debía ser miembro del Centro Obrero Socialista de esta localidad de la provincia de Badajoz, y/o miembro de la Agrupación Socialista, que sabemos existía. Visuete no entendía las razones por las que los trabajadores de su localidad que trabajan la tierra y cuidaban el ganado no se afiliaban en el Centro Obrero Socialista. Se preguntaba si era por miedo a represalias, pero no iban a perder más de lo que poco que tenían porque más hambre y más miseria no eran posibles. El principal problema que veía nuestro autor estaba en el sistema de arriendo de la tierra. Los propietarios arrendaban las tierras poniendo abusivas condiciones. Los trabajadores lo aceptaban todo hasta quedar entrampados. Visuete se dirigía en su artículo en El Socialista a estos trabajadores para preguntarles qué habían ganado con esos contratos de arrendamiento leoninos.
Pero la situación no era mucho mejor para los obreros dedicados al cuidado de piaras de cerdos. Ganaban cincuenta y ocho reales al mes, quince reales más para “avíos” y una fanega de trigo malo de poco rendimiento, y veinte cabezas de ganado, que las ponía el amo para que de ese modo no se aprovechase de sus terrenos ganado extraño. Como todos estos trabajadores no estaban asociados, los patronos tenían mucho poder. Lo único que les quedaba era suplicar, por eso, una vez más, como estamos viendo en distintos trabajos, se llamaba a afiliarse, a unirse, a organizarse para luchar.
Hemos trabajado con el número 6690 de El Socialista, de 18 de julio de 1930.