Los metalúrgicos y el sindicalismo de base múltiple (1928)
Entendemos por sindicalismo de base múltiple aquel que además de preocuparse de ser una organización de resistencia, y para ello dedica parte de las cotizaciones de sus afiliados a sostenerlos en caso de huelga, establece un sistema de socorros de carácter mutualista que abarca los riesgos de la vida física y laboral: enfermedad, invalidez, o paro. Así pues, el sindicato combinaría la lucha obrera con la asistencia social de sus afiliados. Se trataría, en definitiva, de cubrir todos los aspectos sociales del trabajador y de sus familias. Pero el establecimiento de la base múltiple no fue un camino sin controversias. En el seno de la organización obrera de signo socialista hubo un sector que consideraba que la implantación de estas prestaciones podía conducir a que las sociedades obreras perdieran carácter combativo para terminar siendo sociedades mutualistas.
En distintos trabajos de El Obrero hemos estudiado cómo se defendió este tipo de sindicalismo en la UGT. En el presente artículo planteamos la cuestión en el Congreso Metalúrgico en el inicio del otoño de 1928.
La Federación Metalúrgica y Siderúrgica de España era una de las Federaciones más antiguas de la UGT, pero se reconocía a finales de los años veinte que su militancia no se ajustaba a la importancia adquirida por la industria de este ramo en España. En el Congreso de 1928 se oyeron algunas voces sobre este particular. En consecuencia, parece que hubo cierta unanimidad en todas las Secciones en la necesidad de avanzar, aprobándose los nuevos estatutos presentados por la Comisión Ejecutiva. La idea era publicarlos para que fueran conocidos por todos los afiliados con el fin de que se pudieran presentar enmiendas para que luego el Comité Nacional pudiera decidir si procedía a convocar un Congreso extraordinario con el propósito de que los nuevos estatutos entraran en vigor el primero de julio de 1929.
El tema principal de los estatutos fue el nuevo sistema de cotización y el establecimiento de la base múltiple.
El periódico socialista alababa este esfuerzo que estaban realizando las Federaciones buscando perfeccionar la estructura, aumentar sus elementos de acción y propaganda, además de reforzar los principios de solidaridad con la base múltiple que ofrecía servicios contra las adversidades de la vida.
En este sentido, El Socialista recordaba una fórmula del socialista Vandervelde al respecto. Para el belga, el proletariado necesitaba, como un ejército que iba a batirse, su estado mayor, sus elementos de choque y sus servicios de sanidad y aprovisionamiento. El estado mayor era el partido obrero, sus elementos de choque, por lo demás, los sindicatos, el servicio sanitario era el mutualismo y el aprovisionamiento, las cooperativas.
Así era, pero el sindicalismo, defendía el movimiento obrero socialista español, debía tener un poco de todo lo enunciado porque así lo impondría la evolución industrial y así lo exigiría la finalidad que se perseguía. Era natural que los sindicatos como elementos de choque debían preocuparse y atender al mutualismo, porque de su buen funcionamiento dependía su resistencia y poder, de ese modo, luchar en condiciones de vencer.
La adopción de la base múltiple no fue fácil en España, como indicamos brevemente más arriba, ya que siempre hubo quien consideró que el sindicalismo solamente debía hacer una labor de agitación. La base múltiple se convertía en esa filosofía en un contrasentido porque obligaría al obrero asociado a invertir una gran cantidad de esfuerzos al margen de los que dedicaba a la acción. Pero en la UGT, en muchas de sus Sociedades, fue cundiendo la necesidad de la solidaridad de los socorros entre sus afiliados. En la misma Federación que aquí estamos tratando ya había muchas Secciones que tenían implantadas cajas de socorros, y otras lo estaban estudiando. De lo que se trató en el Congreso era de aunar los esfuerzos a escala de la Federación para que la solidaridad fuera más amplia, eficaz y segura.
El periódico socialista era optimista y pensaba que se implantaría definitivamente la base múltiple para el verano del año siguiente.
Hemos trabajado con el número 6130 de El Socialista, del día 3 de octubre de 1928. Sobre la base múltiple recomendamos acudir a la hemeroteca de El Obrero.