El trabajo de las mujeres en Tharsis a fines de los años veinte

Historia

Las minas de Tharsis (Cuenca minera de Tharsis-La Zarza) se ubica en la provincia de Huelva. Históricamente se constituyó como un destacado complejo minero e industrial. Su época dorada coincidió entre los siglos XIX y XX bajo la gestión de la firma británica Tharsis Sulphur and Copper Company Limited, que introdujo métodos modernos de explotación y el sistema conocido de “cortas”, es decir, de minas a cielo abierto.

 

En 1929 realizó una visita por las minas de Huelva Rodolfo Viñas Arcos, un personaje granadino que comenzó militando en el republicanismo, mientras se dedicaba al periodismo en El Popular, un periódico republicano, en Almería. Desde allí fustigó al conservadurismo en la figura del jefe del mismo en la zona, Francisco José Cervantes. Luego fundaría El Pueblo. Su campaña le generó no pocos problemas legales, pero sí el apoyo del movimiento obrero. Así pues, en 1918 ingresaría en el Partido Socialista y en la UGT. Viñas Arcos se convirtió en un destacado difusor de las ideas socialistas en multitud de mítines por toda la provincia, y un enérgico defensor de los ferroviarios y los agricultores. Sería nombrado por la UGT coordinador en la provincia de Almería de la campaña que inició Wenceslao Carrillo por las cuencas mineras. En 1920 pasaría a Madrid, donde sería director de El Sol, dedicando en el periódico mucha atención a las noticias de Almería con la que siempre mantuvo una gran conexión. En tiempos de la República regresó a la política activa. Fue también masón.

Pues bien, para El Sol realizó dicho viaje por Huelva nuestro periodista, crónica que luego reprodujo El Socialista. En nuestro artículo nos interesa su visión de las mujeres trabajadoras de la zona de las minas de Tharsis.

Viñas señalaba que había visto trabajar a las mujeres de Tharsis, y siempre había estado cerca de ellas y de los obreros para alentarlos, pero en ese viaje su optimismo se había quebrado porque había visto trabajos muy duros, como no había imaginado. Entrevistó a dos mujeres, la más mayor y la más joven. La primera tenía cincuenta años. Había entrado en la mina con catorce años, y no había tenido tiempo “de amar ni de vivir”. Estaba soltera y sola, y había perdido su ilusión. Era una mujer alta, pero estaba encorvada, “como esos árboles sometidos desde jóvenes a los más fieros vendavales”. Trabajaba siete horas diarias ganando siete reales; de ese dinero pagaba el “cuartel”, que eran tres pesetas y cinco reales de socorros mutuo. Con el resto comía y se vestía. El resto era una peseta diaria y para ganarla era preciso no dejar de trabajar ni un solo día. Confesó al periodista que de joven podía llevar la carga bien. Transportaba la espuerta de “estéril” con cierta facilidad, y solamente tenía un fuerte dolor de cabeza al terminar el día. Pero ahora no podía “bascalear”, es decir, llevar la espuerta sobre la cabeza. Muchas veces el capataz ordenaba que volviera al “cuartel” sin ganar el jornal, por lo que ese día no comía. Al parecer, lo contaba sin darle importancia.

La mujer joven tenía unos veinte años, y mantenía a su costa a seis hermanos y cobraba diez reales de jornal. Trabajaba ocho horas cargando vagonetas de “estéril”, y cobraba un real por hora. Cada vagoneta tenía una capacidad de unos mil kilos. Durante la jornada transportaba espuertas, que pesaban llenas, de 20 a 25 kilos. El día que no había material cobraba menos. A veces solamente cargaba tres o cuatro vagonetas, por lo que solamente cobraba entre tres o cuatro reales. Viñas no quería hacer comentarios en su artículo, bastando los testimonios que había recogido.

Hemos trabajado con el número del 14 de junio de 1929 de El Socialista. Sobre Viñas Arcos hemos consultado el Diccionario Biográfico de Almería, en la red.

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