El PSOE ante el inicio de la Segunda Internacional

Historia

El primer Congreso del Partido Socialista, celebrado en el verano de 1888 en Barcelona, tomó una decisión importante en relación con el internacionalismo, ante la convocatoria del Congreso de París, que inició la Segunda Internacional, y que recordamos en este breve apunte.

 

Efectivamente, entre los acuerdos tomados en Barcelona se decidió acudir al Congreso, manifestando la voluntad internacionalista del Partido Socialista. Los socialistas españoles consideraban que era una ocasión propicia para que los partidos obreros estrechasen sus relaciones y estudiasen la forma en la que la acción del proletariado organizado (“militante” era la expresión original) se manifestase de forma unánime en los asuntos que afectaban a la clase trabajadora. Era fundamental, pues, que los partidos revolucionarios que tenían los mismos objetivos y procedimientos se pusiesen de acuerdo y afirmasen el carácter internacional del socialismo.

Era un deber del PSOE responder al llamamiento para que se estableciese una legislación internacional del trabajo como habían pedido los socialistas alemanes.

En consecuencia, el primer Congreso socialista español acordó que el PSOE estuviera representado por un delegado propio en el Congreso Internacional a celebrar en París en 1889, y que había sido convocado por la Socialdemocracia alemana.

Para atender a los gastos de dicha delegación se abriría una suscripción en todas las Agrupaciones Socialistas. Las cantidades que se recaudasen serían enviadas al Comité Nacional, publicándose las listas de las suscripciones en El Socialista.

En el caso de que la cantidad reunida fuese superior a la necesaria para sostener la delegación del Partido Socialista, se decidió que el sobrante se depositase en la caja del Comité Nacional.

La elección del delegado se debía efectuar dos meses antes de la celebración del Congreso de París. El Comité Nacional sería el órgano que organizaría este proceso.

Pero, además, se daban ya instrucciones al futuro delegado. Debía defender en París “la necesidad y la conveniencia” de crear un Comité Internacional, que debía servir de nexo de unión entre los partidos obreros para dar al movimiento socialista revolucionario la mayor unidad de acción.

También se pedía que dicho Comité publicase mensual o trimestralmente, según los recursos disponibles, un periódico para informar del estado de las fuerzas socialistas en cada país y para conocer los actos que dichas fuerzas realizaban.

Hemos consultado el acuerdo en el número 132 de El Socialista, correspondiente al 14 de septiembre de 188.

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