La indecisión en política: reflexionando en 1923

Política

Si en un anterior trabajo en esta sección reflexionábamos sobre la apatía en política al calor de las elecciones generales de 1923 desde la perspectiva socialista, hoy lo hacemos sobre la indecisión en el mismo momento histórico y desde el mismo posicionamiento ideológico, empleando también la fuente de El Socialista (número del 21 de abril de 1923).

 

Como decía el periódico obrero, en todos los ámbitos de la vida abundaban los indecisos, personas que no sabían orientar su criterio a tiempo, y cuando lo hacían era tarde y mal. Un hecho inesperado, un acontecimiento intenso o una fuerte impresión hacían variar en su actitud a estas personas.

Pero el problema era que los indecisos podían ser claves a la hora de inclinar la balanza en un sentido y otro, es decir, que ya en 1923 se era consciente de la importancia numérica de los indecisos en política. Así lo manifestaba explícitamente el periódico socialista: ante las citas electorales siempre había una legión de indecisos. Es más, el mismo día de las votaciones había muchos ciudadanos que no tenían aún decidido el voto, y la inclinación hacia un lado u otro dependía de circunstancias fortuitas, accidentales.

Los socialistas no consideraban, a pesar de lo que estamos viendo hasta ahora, que los indecisos fueran malos, sino que estaban mal informados o carecían de información. Por eso era importante el trabajo de información, hecho a tiempo y bien. Y eso debía ser clave para los socialistas. Ante las elecciones de finales de abril de 1923 había que movilizarse. Todo era una cuestión de voluntad, porque luego sería tarde para lamentarse. Como en caso del artículo anterior, había que actuar.

Otro texto a tener en cuenta por parte de los dirigentes del PSOE.

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