Manuel Cordero y el triunfo de los obreros del Pan de Viena (1913)

Historia

En el otoño de 1913 la Sociedad de Obreros en Pan de Viena firmó un contrato de trabajo con la patronal, que, a juicio del destacado sindicalista y socialista Manuel Cordero, había sido todo un éxito. Debemos recordar que Cordero fue panadero, teniendo un intenso y largo recorrido en el sindicalismo de este ramo de producción, además de pertenecer a la Agrupación Socialista de Madrid desde el año de 1905. Se da el caso que se inició en el oficio de panadero en la fábrica de Pan de Viena de la familia Baroja.

 

Cordero informó a los lectores en las páginas de El Socialista de este triunfo societario.

Recordó que los obreros panaderos firmaron en 1908 un contrato por el que consiguieron importantes mejoras, y además de producirse la fusión de las dos Sociedades que entonces existían.

Este contrato había finalizado 1911. La Sociedad de resistencia nombró una comisión para preparar unas bases de mejora a la patronal. La misma estudió detenidamente las condiciones de la industria, la carestía de la vida y el estado de los jornales. Pero esta Sociedad, como el resto, fue víctima, como seguía explicando Cordero de la “democracia ful canalejista”, y por esta causa se prescindió entonces de reclamar.

Pero también era cierto, siguiendo a nuestro sindicalista, que desde entonces los obreros panaderos habían logrado sonoros triunfos, como aumentos de jornales para los obreros denominados de cuadrilla baja, sin olvidar el conflicto con la Compañía panificadora “La Nueva Panera Industrial”, que pretendía arrebatarles a los trabajadores una serie de mejoras que habían alcanzado con muchos sacrificios, consiguiendo que se readmitiera al personal que antes tenía, despidiendo a los esquiroles e indemnizando a la Sociedad con quinientas pesetas por los daños que había padecido.

Pues bien, Cordero relataba que los patronos habían tenido conocimiento de que los obreros pensaban reclamar nuevas mejoras, y antes de que esto sucediera mandaron un comunicado a la Sociedad obrera para ponerse a su disposición con el fin de discutir el nuevo contrato de trabajo, pero, al parecer, los trabajadores no vieron la oportunidad de discutir en ese primer momento. Como vemos, y seguiremos observando en el relato, la Sociedad de resistencia tenía mucha fuerza como organización en sí.

En todo caso, después de un proceso de informaciones las negociaciones comenzaron, durando entre nueve y diez sesiones (Cordero no estaba muy seguro del número de reuniones), y se llegó a un acuerdo en relación con la cantidad de elaboración y salarios.

Cordero expuso una tabla de salarios de cada categoría profesional donde se comparaban los jornales anteriores con los nuevos obtenidos. La finalidad era demostrar el triunfo de los trabajadores organizados frente a los defensores de la “acción directa”, es decir del sindicalismo de raíz anarquista. Lo que hacía falta, como siempre que nos acercamos a la filosofía sindical socialista, era contar con una organización, sin emplear los métodos “inconscientes revolucionarios del todo o nada”, y sin violencia.

Hemos consultado el número 1650 de El Socialista, de 29 de noviembre de 1913, y el Diccionario Biográfico del Socialismo Español.

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